Francesinha: bocadillos todoterreno

En Portugal, en especial en la zona de Oporto, tienen un plato típico llamado «francesinha«, que vendría a ser «francesita». Cuando estuvimos por Oporto nos llamó la atención, porque lo ofrecían en varios sitios como especialidad de la región, y no teníamos ni idea de qué sería exactamente. Por su nombre, supusimos que podría ser algún tipo de tortilla bastante elaborada… pero no, ni de lejos. Al ver las fotos quedó claro que no era para nada una tortilla, sino algo más elaborado, más contundente (también porque su precio era mayor al de una tortilla, más cercano al de un plato combinado o una hamburguesa completa).

Francesinha por fuera
Así lucía antes de empezar, bien imponente el conjunto
Francesinha por dentro
Después de un rato comiendo... No estaba vacía precisamente, no...

Como no, no me pude resistir a pedir una (la de las fotos de encima, claro), descubriendo lo que había en el interior. Mi francesinha llevaba nada más y nada menos que dos rebanadas de pan puestas a modo de bocadillo, con un relleno consistente en un filete de ternera, jamón York, un chorizo cortado en trocitos y quizás algo más de fiambre que se me pasó contar. Lo que lleva dentro puede variar, incluyendo distintos fiambres y siendo el filete de ternera o de cerdo. Luego, el bocadillo se recubre de (muy) abundante queso y se gratina, pudiendo ser coronado con un huevo frito. El conjunto se remata sirviéndolo con una salsa elaborada a base de cerveza y salsa de tomate, y todo ello acompañado de una ración de patatas fritas.

Dados los ingredientes que llevaba y la manera de prepararlo, bauticé al invento cariñosamente como «La Torre del Colesterol», y no es para menos. Pero la verdad es que valía la pena, el resultado tenía muy buen sabor y era un plato más que contundente con una muy buena relación hambre-satisfecha/precio.

Por lo visto, el plato es bastante común en la zona del norte de Portugal, siendo su origen la zona de Oporto. El origen se cree que es el de un cocinero portugués emigrado a Francia que, al volver, trajo consigo la receta del croque monsieur (un bocadillo francés con pan, jamón, queso y que se suele servir horneado y gratinado) y la adaptó a los gustos e ingredientes locales. Es un plato bastante reciente, surgido en el siglo XX, pero que a pesar de su poca edad ha calado bastante en la gastronomía local, ya que lo ofrecen muchos restaurantes y bares del norte de Portugal, adaptándolo en cada pueblo con ligeras diferencias en la receta (hay variaciones con bacalao, champiñones, pollo, atún o verduras, entre otras).

La elaboración no es especialmente complicada, y hay recetas explicando cómo hacer incluso la salsa, con lo cual es completamente posible montarse una francesinha adaptada al gusto en casa :-)… el día que me anime le sacaré fotos a ver si se parece en algo a las auténticas xD.

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