Ranciedad política

Revisando el Reader, que con la temporada que llevo de trabajo a destajo (mira, rima!) apenas ni le quito el polvo, he visto el post de Chux Norrix en el que opina sobre las elecciones gallegas, compartido por Ponzonha (y paso, es tan majo de querer saber lo que pienso).

La verdad es que lo puedo resumir rápidamente: el panorama político gallego me parece rancio, pasado y amuermado. En una palabra: estancado. Se supone que estamos en una época dura, de crisis y tal, y lo mejor que han sido capaces de preparar los tres partidos que cuentan (porque la pobre IU y algún otro partido no son más que testigos por aquí) ha sido ataques personales, intentos de crear tramas en los partidos contrarios y alguna que otra medida efectista para captar votos, además de banalidades que conducen a más bien nada productivo (disquisiciones filosóficas sobre esta a nosa nazón, que oye, es un tema que me parece cojonudo para cuando no haya mucho que hacer, pero creo que no es precisamente el caso).

Así, los temas han sido que si coches caros por aquí, que si fotos con empresarios por allí y demás estupideces que no han aportado ni aportarán nada a la sociedad gallega. Entre otras cosas porque eso da mucho juego en campaña, pero los gastos importantes y cuantiosos no son coches, sillas o material de oficina; sino inversiones en energía, sanidad, educación (debería ser prioritario mejorarla mucho, pero no, mejor hablar de los idiomas, de nuevo)…

Cuando escribí el post sobre las campañas de mentiras electorales era en lo que pensaba: los discursos de los partidos han sido más bien vacíos, sin respuestas para los tiempos duros que va a tocar pasar. Dudo mucho que a alguien a quien le van a echar de la fábrica, no le sale rentable salir a la mar o recoger la verdura, el idioma sea su prioridad. O a un joven que no encuentra trabajo y al ritmo que lleva no pueda permitirse una casa hasta los 50 años lo que le vaya a impulsar a votar sea el triste recuerdo de la época de Fraga. Coño, lo que hace falta son propuestas de reacción y anticipación a la crisis, no sólo dejarse llevar, porque a este ritmo Galicia estará más retrasada en 20 años de lo que lo está ahora.

Que gane el PP puede que hasta no sea tan malo, si fuerza algún tipo de reacción en el PSOE y el BNG. De momento Touriño ha captado el mensaje y se retira elegantemente del liderazgo, y Quintana prefiere agarrarse al sillón (a pesar de que, contra sus predicciones no sólo no han ganado escaños sino que los han perdido!). De Feijoó dudo (mucho) que vaya a salir nada realmente interesante, pero dado el pasmo que tenía la Xunta saliente al menos se le deberá dar cierto margen a ver si es capaz de hacer algo (aunque le veo como poco líder, con una política muy inmovilista y, para no variar, rancia). De momento, a ver si viaja en furgoneta, monovolumen o miente.

A ver en cuatro años cómo estamos, pero dada la frecuencia del verbo «dudar» en el post, como se ve, estoy dubitativo…

3 respuestas a «Ranciedad política»

  1. Tengo que discrepar. Vale que ha sido una legislatura manifiestamente mejorable en muchos aspectos, principalmente en coordinación, pero sin embargo también creo que se han hecho muchas cosas bien, pero que no han sabido publicitar, como por ejemplo el servicio galego de Benestar, las galescolas (qué cojones me importa a mi si la guardería es en gallego o en castellano, lo que me importa es que sea gratis!), el banco de terras, etc.
    Y desde luego, comparándolos con los casi 20 años previos (en los 4 últimos de los cuales estaba el señor Feijóo que pretende venir ahora cual santo inmaculado caído del cielo…) en los que prácticamente no se hizo nada más que enterrarnos en un pozo de atraso, pues creo que se ha hecho bastante más en estos 4 años, y sobre todo, que había unas bases sentadas para que el PSdG fuera soltando lastre nacionalista… pero en fin.

    El problema es el de siempre. La pseudoizquierda no sabe vender sus logros ni defenderse de la mierda lanzada por los pperros y así les va. Si perdieran sus complejos y fueran una izquierda de verdad les iría bastante mejor, pero no es el caso.

    Y desde luego, no comprendo como mucha gente que conozco puede decir que no le gusta Touriño, del que se podrá decir muchas cosas, pero es un tío serio, discreto, trabajador y en mi opinión un excelente gestor. Claro, no tiene carisma ni una gran labia, no le gusta irse al monte a sacarse fotos con mangueras y no hace el payaso mintiendo sobre coches y demás…

  2. @Ahores : Bueno, sí hay cosas que me han gustado de su gestión, por ejemplo la creación de infraestructuras que estaba llevando a cabo (autovías, sobre todo). Pero también es cierto que el peso que tenía el bloque era demasiado, sobre todo teniendo en cuenta los votos que aportaban al gobierno, muchos menos que el PSOE!

    Y a mi Touriño no me disgustaba. Vale que no me apasionaba, pero como bien dices es un tío serio y buen gestor. Dudo que Feijoó le vaya a igualar, y además tiene la ventaja de que no tiene a un lastre como Quin…

    Y por cierto, tanto coñazo con el puto coche y al final Feijoó se comprará un coche de Francia, mira tú el coche de Vigo dónde se quedará…

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