Además del bioquímico, en las emociones influye también el enganche social. La comunidad favorece o entorpece las relaciones amorosas a medida que la lujuria con testosterona se pasa a la pasión con feniletamina y al vínculo con vasopresina y oxitocina, neurodroga muy social. Y ésas son las sustancias conocidas. El amor también es química.
Ignacio Morgado, psicobiólogo.
Vía Música Es Tres.