A veces uno o sabe por qué no le van las cosas como quiere en la vida. En algunas ocasiones es por escoger mal tu camino, otras por malas compañías, un ambiente que te perjudica, simple y llana mala suerte (ja!)… otra veces has cerrado la ventana que no debías.
Es lo bueno de Hasefroch‘s Windows, que es una fuente incesable de risas aseguradas (mejor reír que llorar, vamos).