En nombre de todo lo que es bueno y es lógico, damos las gracias por ésta energía química que vamos a absorber. Según el profeta jerimático: 1, 0, 0, 0, 1, 0, 1, 0, 1, 0, 1, 0, 1, 0, 0, 1, 0, 0, 1, 1, 0, 1… ¡¡ 2 !! Amén.
Bender os enseña cómo se debe bendecir la mesa, de una manera lógica y racional.