La otra ciudad en la que pasamos unos días (dos, en realidad), tras pasar por Oporto, fue Coimbra. De nuevo esta ciudad tiene unas cuestas que da gusto verlas (o miedo, según lo cansado que vayas), pero la sensación que da es diferente. Es algo más pequeña que Oporto, y su ambiente y orientación es bastante distinta. Mientras que Oporto es una ciudad industrial, Coimbra es la ciudad de la Universidad, y ésta tiene mucho peso en cómo evolucionó la ciudad y aún lo tiene hoy en día.
Esta ciudad me recordó en muchos aspectos a Santiago de Compostela. En ambas la Universidad tiene un peso muy importante en el desarrollo de la ciudad, y debido a ellas ambas ciudades cuentan con una gran presencia de estudiantes, que contribuyen en gran medida a «dar vida» a las ciudades. También coinciden en que ambas tienen una parte histórica bastante cuidada, y son uno de sus principales atractivos turísticos. En lo que gana Santiago es en la catedral, desde luego, pero en Coimbra intentan compensar esto teniendo dos. Si no ganan en calidad, al menos en cantidad…
Como decía, en Coimbra una de las cosas que vale la pena ver es la zona histórica, ya que las distancias son aún menores que en Oporto, y pasear por las callejuelas se hace bastante agradable (descontando el tema de las cuestas arriba). La ciudad tuvo un pasado medieval bastante importante, siendo capital en determinadas épocas, y los restos de la época están bastante bien cuidados. Lo que merece la pena ver sí o sí es la Universidad, que fue residencia real, y es impresionante – de hecho, dado su interés como atracción turística, venden unas entradas para poder ver determinados edificios de la Universidad (la Iglesia, la Biblioteca, un salón de actos, unos balcones con vistas impresionantes de la ciudad y la prisión).
Lo de que una Universidad tenga prisión suena raro, y el origen es bastante curioso. Esto se debe a que antiguamente la Universidad tuvo su propio fuero, y tenían derecho a encarcerlar a quienes incumplían sus normas. Por lo visto uno de los inquilinos de estas celdas eran aquellos que atentasen contra la cultura destruyendo libros…
Otra de las curiosidades que se ven al pasear por Coimbra son las Repúblicas, que incluso salen marcadas en las guías turísticas (por cierto que las guías municipales tienen el detalle de incluir las coordenadas GPS junto a las atracciones turísticas). Las repúblicas son un vestigio heredado desde la Edad Media, y son colegios mayores autogestionados por los estudiantes. Se organizan de una forma muy abierta, y las decisiones son tomadas de modo democrático, además de que el trabajo se reparte entre todos los miembros de la república. Las distintas áreas de trabajo se reparten en «ministerios», cada uno contando con un ministro encargado de su coordinación. Desde fuera parecen casas okupas, por su estética muy punk, con muchas consignas escritas en ellas y adornos bastante curiosos (por ejemplo: teclados de ordenados, muñecos antiguos, triciclos, batidoras… y cualquier cosa que se pudiese colgar de la fachada!).
La ciudad me dejó también muy buen sabor de boca por otra razón, y es que me gusta sacar fotos a los stencils que veo, y la ciudad estaba plagada de ellos (más que probablemente, por el movimiento estudiantil y de las repúblicas, que tuvieron a bien decorar así su ciudad).
De nuevo, pongo unas cuantas fotos para hacer más ameno el texto y veáis que no miento tanto :)




Ay, los de Santiago, siempre quejándoos de las cuestas.
Pues tengo ganas de ir a Coimbra. La verdad es que a veces vamos a visitar sitios lejanos, y tenemos sitios más cerca que merecen la pena. :!:
@curumbao : con el añadido de los precios de Portugal, ligeramente por debajo de los españoles, y que se puede ir en nada (es todo autopista hasta allí :-))
Pasear por la zona vieja de Coimbra, entre las Repúblicas, y escuchar a los Sex Pistols de fondo no tiene precio.