Alerta: el post va sobre Lost, serie que ya ha acabado. Si no quieres saber nada sobre ella… no leas, claro.
Como medio mundo sabe, el lunes bien pronto por la mañana acabó Lost. Punto y final a seis temporadas, seis años en los que hemos ido viviendo la vida de varios personajes hasta sentirles tan cercanos como si fuesen amigos de toda la vida. Con nuestros favoritos y nuestros odiados, cada uno con su Candidato perfecto, su final a la medida, los misterios que quería ver resueltos sí o sí, las teorías que se han ido haciendo temporada tras temporada…
Y a lo largo de seis años la serie ha ido cambiando, mucho. Tocando distintos géneros, planteando dudas en cada capítulo, resolviendo alguna… y hubo momentos en los que me pareció una tomadura de pelo, una carrera por sumar incógnitas a una ecuación cada vez más complicada y con menos visos de resolverse. Pero decidí aguantar y comprar si valía la pena descargar religiosamente cada semana el capítulo de turno, ir lamentando los parones en la emisión y cagarme en la huelga de guionistas que nos dejó con mono de Lost.
Llegué al final como casi todos, con ganas de respuestas, de encajar las piezas del puzzle caótico que se habían ido dibujando en las primeras cinco temporadas. Pero tras unos capítulos tuve que resignarme, ceder ante la evidencia de que el desenlace no iba a ofrecer respuesta a todas las preguntas, sólo a algunas importantes para lo que de verdad es el centro de la serie: los personajes. Un viaje de seis años en que nos han presentado a unos personajes al completo, desde su infancia a lo que pasa más allá de su muerte, mientras nos distraían con osos polares, aviones, islas, accidentes, electromagnetismo, viajes en el tiempo…y no nos dábamos cuenta de que lo constante y protagonista eran los propios personajes.
Algunos prefirieron centrarse en obtener respuestas, en completar el mundo alrededor de los personajes y dar una explicación a todo lo que pasa alrededor de ellos. Pero yo he disfrutado esta etapa final muchísimo, emocionándome con el desenlace del viaje Jack, Desmond, Sawyer, Hurley, Faraday, Juliet y los demás. Es ya un tópico, pero lo que he disfrutado en Lost ha sido el viaje completo, con detalles que lo han hecho especial y adictivo (otros les llaman preguntas sin respuesta), y que ha cambiado cómo consumo contenidos.
Lost ha sido la serie que ha hecho que fuese descargando puntualmente cada capítulo, buscando los subtítulos (www.subtitulos.es difunde la palabra), y disfrutando en los foros, blogs y conversaciones de la serie casi tanto como viendo los capítulos (como lo bien que lo pasé leyendo los imprescindibles posts de pjorge sobre la sexta temporada). Incluso tomando un día libre en el trabajo para poder ver el capítulo final a gusto y en directo. Y me encanta que deje puertas abiertas que sigan permitiendo estas conversaciones y elucubraciones al margen, que permitan que se siga hablando de la serie.