Los Castros (o como vivían los celtas)

Castro de Baroña

En la zona de Galicia (y, en general, en el noroeste de España) hay un tipo de poblado fortificado bastante curioso, los castros. Estos son un tipo de poblado prerromano (empezaron a habitarse alrededor del siglo VI a.C.) de la Edad de Hierro. Los castros no tienen calles rectas, sino que cada calle se formaba por el hueco entre las viviendas. Éstas solían ser de paja y barro y, las más modernas, de mampostería. El techo era de paja y barro (obviamente no se conserva esta parte).La planta de las viviendas era originalmente siempre ovalada, sin esquinas, pero tras la invasión romana se notó su influencia, muy bien traje para jugar daisy slot en su computadora portátil o computadora, y se empezaron a hacer algunas viviendas de planta rectangular. También evolucionó a lo largo del tiempo el urbanismo, pasando de una total ausencia en los primeros poblados a darse «barrios», de viviendas rodeadas por un muro propio, que se supone que pertenecerían todas a la misma familia, siendo una la vivienda principal y las otras almacenes y silos.

Las estructuras defensivas con las que cuentan los castros son bastante básicas, sobre todo muros y murallas. En algún caso, también hay parapetos (elevaciones artificiales del terreno) y terraplenes (desniveles en el terreno, tanto naturales como artificiales). Algún castro también tenía alguna torreta de vigilancia en la zona exterior, próxima a la muralla.

Castro post-romano

Normalmente no se habitaban, pero en caso de peligro para los habitantes de la zona, estos se desplazaban al poblado hasta que pasase el peligro. Otras funciones que desarrollaban eran control de territorios, vigilancia de cultivos, etc.

Dadas sus funciones, los lugares típicos en los que se construían son previsibles: colinas despejadas, promontorios rocosos o penínsulas, según a qué tipo de labor se fuese a destinar el asentamiento. En esta elección del lugar también influía la riqueza de recursos de la zona, dado que podían llegar a estar acorralados en el castro, se buscaban lugares bien abastecidos.

En la primera foto y debajo podéis ver fotos del castro de Baroña, un lugar precioso, ubicado muy inteligentemente en una península. La ventaja que aporta el lugar en el que está este castro es que sólo es accesible en determinados momentos del día, ya que mientras la marea está alta el mar cubría los accesos, dejando el asentamiento aislado y protegido.

Castro de Baroña

Interiormente, tienen una zona superior, la croa, bajo la cual se extienden una serie de terrazas en las que se asientan las viviendas. En algunos casos contaban también con una zona despejada, el antecastro, que podría estar destinado a animales o cultivos. Como entrada, había una abertura en el muro exterior, cerrada con un par de puertas de madera. Además de las estructuras defensivas ya mencionadas como muros o fosos no contaban con más medidas de defensa, ya que el mayor obstáculo solía ser la propia naturaleza.

Castro en A Guarda

Como nota curiosa, mencionar que la palabra castrense, relacionada con lo militar, proviene de la cultura castreja, que no es ni más ni menos que la cultura de los castros. Así que, aunque deshabitados y semiderruidos en la mayoría de los casos, los castros sobreviven en nuestro lenguaje.

Si pasáis por alguna de las zonas castreñas (como Galicia, Asturias, Cantabria o el norte de Portugal) y tenéis ocasión de ver alguno de estos asentamientos, quizás os resulte curioso ver estas formas primitivas de urbanismo… y ver que, desde entonces, tampoco hemos mejorado tanto.

Fuentes (más y mejor, aunque poco más):

  • Wikipedia, como casi siempre, y cosillas que recordaba del colegio. Esta vez, en tres idiomas: inglés, gallego y castellano.